LO QUE ME GUSTA Y LO QUE NO ME GUSTA DE PM

Hablar bien de PM es fácil. Sobre todo si quiero que te unas a ella. Pero ciertamente, no tengo ningún interés en adornar nada para convencerte, así que simplemente compartiré, en total transparencia lo que me gusta de PM y lo que NO me gusta.

¿QUÉ ME GUSTA DE PM?

De PM como empresa, me gusta su Visión (ver vídeo), su filosofía y sus valores (obra social). Reconozco que los alemanes son exquisitos gestores, y empresarialmente rayan la excelencia en muchos aspectos.

Me encanta el trato cercano y el ambiente familiar que consiguen crear en cada encuentro de la empresa, a pesar de ser una compañía de grandes dimensiones y ámbito internacional, a la hora de trabajar son cercanos y directos, o al menos, esa ha sido mi experiencia.

Me gusta que su plan de Marketing esté legalmente registrado en el Tribunal Superior de Justicia de Frankfurt, y que ni siquiera el dueño de la empresa pueda tocarlo. Eso me da tranquilidad y confianza, a mi y a todo el que se pregunta ¿es una empresa piramidal?

Algo que me resultó especialmente atractivo y diferente de todos los demás MLM, es el hecho de que los productos de PM se puedan comercializar en establecimientos. Si como Manager tienes un negocio relacionado con el sector de la nutrición, la cosmética o el deporte, poder vender los productos en tu negocio es un plus muy apreciado, que muchas compañías no te permiten.

Admiro la transparencia con la que hacen las cosas. Tener un sello como el TÜV, es, ciertamente una ventaja competitiva frente a cualquier producto, no sólo porque ofrece una garantía extraordinaria al consumidor sino porque demuestra el compromiso de la empresa con la tranquilidad de sus distribuidores y clientes finales.

Me encanta de PM sus incentivos y reconocimientos. Vivir un viaje como los que PM organiza es algo que no se puede describir en palabras. Hay que vivirlo. Desde que conseguí la posición de IMM (en mi primer mes) tengo mi hucha para mi BMW, en el momento que quiera puedo comprar mi coche con unas ventajas extraordinarias gracias al acuerdo que tiene con BMW a nivel internacional. He trabajado con muchas empresas a lo largo de mi trayectoria profesional y ninguna me ofreció nunca pagarme un plan de jubilación privado. Desde hace un año y medio dispongo de uno con Allianz, gracias a mi actividad como manager de PM.

"Hard work, hard party". Este es el lema de los EVENTOS de PM. Acudir a los eventos de la empresa se convierte en una fiesta, música, espectáculo, baile y mucha mucha diversión es lo que vivimos cada vez que acudimos a los eventos oficiales de PM International. Por eso, lejos del tostón que he vivido en muchos "eventos de empresa". Aquí trabajamos "duro" para luego celebrar por todo los alto los logros obtenidos (o simplemente disfrutar de logro de tus compañeros). Hazme caso, si oyes hablar de un evento de PM cerca... HAZ LO IMPOSIBLE POR CONSEGUIR UNA ENTRADA!

*Por cierto, hablando de entradas... las entradas a los eventos son accesibles y siempre te devuelven el mismo valor que pagas en producto de la empresa, así que no nos cuestan nada.

En PM siempre me he sentido apoyada y acompañada, nunca presionada. No te ponen objetivos fuera de tu alcance, ni te imponen metas que sólo unos pocos consiguen. No te comparan ni te exigen. Y agradecen cada granito de arena que aportas. Una vez escuché a Vicky Sorg (la esposa del dueño) hablar de los héroes anónimos de PM, esas personas que comprando su set cada mes, apoyan silenciosamente el crecimiento y la obra social de la empresa. Y así son, te lo dan todo y no te piden nada, y esto amigos, es algo muy poco frecuente.

Por último, y realmente, lo más importante y lo que más me gusta de la empresa es SU PRODUCTO. Por él estoy aquí, y gracias a él, hoy muchas personas, yo entre ellas, disfrutamos de una mayor calidad de vida, en todos los sentidos.

Bien... Y llega la otra cara...

¿QUÉ NO ME GUSTA DE PM?

Lo que no me gusta de PM es que es muy humana. Está hecha por personas humanas, con días buenos y malos, que aciertan y que cometen errores. Con personalidades más y menos agradables. Si bien es cierto, que la parte positiva pesa muchísimo más.

Honestamente, y es sólo mi opinión, creo que el punto débil de esta empresa, y de la humanidad en general, es la comunicación. Como distribuidora me he encontrado en muchos momentos a ciegas, topandome con información importante o bien "de casualidad" o bien cuando ya había pasado el tiempo y ya estaba pagando el pato por no saberla.

Esto me ha llevado a querer crear una serie de videos "informativos" para que las personas que no tienen acceso a la información "de primera mano" puedan tener la tranquilidad de que están al día con las noticias y la operativa de la empresa. Así que como dice el refrán... "no hay mal que por bien no venga".

... y aunque busco y rebusco más cosas que no me gusten... por el momento, no encuentro más.

MI HISTORIA CON PM - 1ª parte


Me llamo Fayna Curbelo y mi historia con PM se remonta a Agosto de 2016.

Estaba atravesando uno de los momentos más difíciles de mi vida. Después de una separación traumática y repentina en Diciembre de 2015, mi vida se había detenido y no conseguía remontar. LLevaba casi 9 meses sin trabajo, durmiendo mal, sin ganas de nada y atendiendo lo indispensable en mi vida, mis hijos de 12 años.

En ese bendito Agosto, una conocida de Valencia, Laura, amiga de mi ex, contactó conmigo para hablarme de algo. Me sonaba a "quiero algo de ti", así que traté de deshacerme de ella como pude. Le di largas, me inventé excusas, y cuando finalmente vi que de ninguna manera se daría por vencida, acepté verla y saber qué quería. Tenía claro, o así lo creía, que invertía su tiempo y sus recursos en vano, pues yo no tenía nada que ofrecerle en ese momento, ni a ella, ni a nadie. Sin dinero, sin trabajo, y sin ganas de vivir, poco iba a sacar de mi.

Todo se dispuso para que me encontrara con ella en Las Palmas, pero finalmente ella no pudo asistir, así que me derivó a "alguien" que tenía que conocer. Me habló maravillas de esa persona y aunque me sóno de nuevo a "te la vendo bien" para que no te sientas decepcionada porque yo no voy... lo cierto es que me dispuse a coger un avión e ir al encuentro de una desconocida para que me hablara de algo que a mi "no me interesaba" escuchar.

Me pasó de todo en ese viaje; perdí el vuelo previsto, perdí la maleta, un amigo con el que había quedado en Las Palmas (yo soy y resido en la isla de Lanzarote) para pasar la noche en su casa, decidió descargar en mi todo su enfado por un problema en el trabajo...

Y de repente allí estaba yo, en el punto de encuentro, Hotel Fataga, tres horas más tarde de lo previsto, sin saber dónde iba a pasar la noche, sin recursos para costearme una habitación, intentando localizar mi maleta y pensando que ya no podía pasarme nada más... En ese momento, recibí una llamada que llevaba meses esperando... la dentista que quería que atendiese a mi hijo, tenía un "milagroso" hueco en su agenda para el día siguiente a las 9 de la mañana... Le dije que por supuesto iríamos. Hice las gestiones para cambiar mi billete de avión para irme a primera hora, y me dispuse mentalmente a pasar la noche en el aeropuerto.

Eran las 7 de la tarde de un jueves. Al llegar al hotel pregunté por Mayte, ella estaba allí atendiendo ya a varias personas que habían ido a verla, al igual que yo, sólo que yo no me encontraba en disposición (no tenía malditas ganas), de sentarme a que me dieran una charla de "oportunidad de negocio para cambiar tu vida". Así que la saludé brevemente y decliné su invitación a que me uniese a la charla.

Me fui a un sofá apartado de recepción y me dispuse a hacer las gestiones para localizar mi maleta perdida, y a informar a Laura de lo que había ocurrido. Más de tres horas después, Mayte acabó su reunión y se sentó conmigo. Le conté mi aventura y que había ido allí para nada pues no iba a tener tiempo de ver nada, ya que me iba a las 7 de la mañana.

Ella con toda la tranquilidad del mundo, me invitó a cenar y a dormir con ella. Parecía como si para cada problema que yo planteaba tuviera una solución tan sencilla que ni la atención merecía. Cenamos y es como si me hubiese reencontrado con un alma gemela. Teníamos vidas tan parecidas y habíamos pasado por prácticamente los mismos baches... Y allí estaba ella, habiéndolo superado todo, feliz, radiante, dueña de su vida y con un propósito claro y definido, viviendo su presente con gratitud y pasión. Lo opuesto a mí, vamos.

Estuvimos hablando hasta pasadas las 3 de la mañana y me dió a probar el producto, un vaso que parecía zumo de limón. No sabía muy bien lo que era todavía, pero ya no tenía ni fuerzas para preguntar. Dormí poco más de dos horas y me desperté como si hubiera descansado toda la noche. Recuerdo que pensé "ya verás el día de m.... que me espera sin dormir"... Ella se levantó conmigo y me preparó otro zumo de esos, esta vez naranja, yo la veía como mezclaba de varias cosas diferentes cantidades y me pareció ver a Panoramix preparando la poción mágica de Asterix y Obelix... (fue gracioso de verdad). Me reía por dentro al mismo tiempo que agradecía todas sus atenciones y amabilidad, fue realmente extraordinario poder conocerla y ver que lo que yo estaba pasando se podía superar, aunque seguía sin interesarme lo más mínimo ni los productos ni mucho menos el negocio de PM.

En el taxi camino al aeropuerto, revivía mentalmente las últimas horas, mientras sentía ciertas náuseas y un hormigueo en todo el cuerpo. Lo atribuí al cansancio y la falta de sueño. Sorprendentemente ese día fue sobre ruedas. No me sentí cansada y hasta las once que me metí en la cama fue como si me hubieran inyectado vida.

A los pocos días Laura se presentó en mi casa. Llegó como un solplo de aire fresco y me puso el producto en la boca noche y día. A las 48 horas de su llegada yo era otra persona, me sentía con una energía y vitalidad arrolladora, dormía poco y me despertaba saltando de la cama. Dudaba de su definición de "producto natural" y buscaba a escondidas alguna sustancia "adictiva" que justificara tales sensaciones.

Es como si hubieran quitado una nube gris de mi cabeza y volviera a ser yo. Esa semana hice lo que no había hecho en nueve meses, escribí un guión para un programa de televisión (mi carrera profesional siempre estuvo relacionada con los medios de comunicación como presentadora de tv, radio y la enseñanza y acompañamiento como Life Coach en los últimos años), lo presenté y me lo aprobaron, necesitaba presentar un piloto del programa (un programa de prueba). Lo organicé todo en cuestión de días. Conseguí un coche para poder moverme y todo se empezó a colocar de una forma que sólo podría describir como mágica.

Y aún así no quería saber nada del multinivel ni de PM como negocio. Había tenido experiencias muy difíciles con el MLM y la herida y los prejuicios eran muy fuertes.

Estaba enamorada del producto. Veía los resultados en mí, y rápidamente se lo llevé a mis seres queridos más inmediatos. Quería consumir el producto pero no podía pagarlo, y Laura me había dado la fórmula, consigue 5 personas que lo tomen contigo y el tuyo sale gratis. La vitalidad que desprendía era contagiosa y todos a mi alrededor empezaron a notarlo y quisieron probar por ellos mismos lo que yo les decía. En una semana tenía mi código de manager y compraba los productos al máximo descuento, y en cuanto di a conocer el producto y la gente lo probaba... querían lo mismo que yo... comprar el producto al máximo descuento...o que le saliera gratis.

Yo tenía mucha resistencia con el negocio todavía... pero lo cierto, era que sin mi permiso ni aceptación interna, el negocio de PM se construía a mi alrededor para mi asombro y terror.

Ahora veo cómo todo se orquestó perfectamente para que yo viviera y sanara mis juicios en contra del MLM y de la venta en general. Pero en ese momento yo no estaba convencida y a pesar de mi rápido crecimiento y éxito como Manager de PM, seguía teniendo un fuerte conflicto interno.

Fui a mi primera Bussiness Acadamy (evento oficial mensual de PM en España) y allí conocí al equipo PM al completo. Director, empleados, managers de diferentes ciudades de España. El ambiente que se respiraba era verdaderamente familiar. Y me sentí como en casa desde el primer minuto. Una conversación larga y tranquila con el Director Nacional de PM en España, Sammy, me bastó para convencerme de que mi experiencia en PM era radicalmente diferente a todo lo que había vivido hasta el momento. La operativa de la Empresa poco tenía que ver con los mlm americanos que había conocido. Sentía la coherencia y la integridad en sus palabras. Y eso me bastó para comprometerme con el proyecto y dedicarme por completo a dar a conocer PM en mi tierra, Lanzarote.

Escribiendo estas líneas me doy cuenta de que sería muy factible novelar mi historia en PM.... jajajaja, pero no es ese el fin... (o eso creo). Si os cuento todo con tanto detalle es porque sé que es justo ahí, en los detalles, que muchas veces encontramos el sentido o la respuesta a nuestras preguntas más íntimas, esas que muy pocas veces, nos atrevemos a formular.


Era Septiembre de 2016 y comenzaba lo que sería mi historia en PM... Un camino lleno de aprendizajes y experiencias que os iré contando en próximas entregas ;)